Tuesday, April 20, 2010

Ingrid Hernández


Ingrid Hernández is a young Tijuanense photographer who speaks carefully and works in earnest. The main characteristics of her city as she sees it inspired her work. She sees her city as in a state of flux and conflict. Out of these two, have risen the unincorporated colonias, the neighborhoods that have sprouted up around Tijuana, built by people who have arrived in Tijuana with nothing.
She focused mainly in Nueva Esperanza, inspired by the homes built by their owners. She is drawn to the creativity in using objects in new ways, refrigerator doors as walls, for example, and by the mix of Mexican cultures present in the same neighborhood.
She rarely photographs people, instead revealing them through their homes and surroundings. In her photo essay, Tijuana Comprimida, Hernández captures the neighborhood that she has come to know over her year of work there. The essay reveals much about the inhabitants without ever presenting them; in frame after frame it feels as if a person is there, just out of the reach of the frame, and I begin to want to be welcomed in to the community . Hernández has done her work well: in these forgotten and traditionally undesirable neighborhoods of Tijuana, she has made access to them desirable by personalizing them. 
To see her work, visit her website,http://www.ingridhernandez.com.mx/ 

Saturday, April 17, 2010

Diario de Tijuana

Sábado, 17 de abril de 2010
            Fui a Tijuana temprano y caminé por el centro. Vi el arco de la calle revolución y “La Bola,” el Centro Cultural de Tijuana. Caminé por el Río Tijuana, que está pequeña ahora. Descubrí un “restaurante:” una mujer pone tres mesas en la calle cerca de su casa y cocina afuera y entonces gana su vivenza. Su comida y aguas frescas son ricas y sencillas. Comí con gusto. Pero asi es Tijuana: sin planificación urbana, la gente contruye sus casas donde puede, y crea trabajo. Hay casas en que sus propriatarios venden ropa, jugetes de niños, las cosas electrónicas, más ropa, el equipo deportivo, comida y más afuera de sus casas. También la gente vende sus servicios de lavar ropa o casas, arreglar los carros, cuidar de los niños.
Caminé por la Colonia Federal, que cambia en la comunidad del arte. Visité una galeria que se llama La Casa del Túnel. Hube una apertura inaugural de una exhibición internaciónal, pero a mí me gusta solamente el trabajo de un artista, Clark Fox de Neuva York.
 
Él es American Indian, y todo su trabajo toma la historia de los American Indians y los estadosunidenses de su subjecto. Subimos al techo donde está un bar y de donde pudimos ver Tijuana y San Ysidro a la misma vez.
         
  Cerca de las cinco de la tarde, regresé a San Diego y visité mi hermano y encontré mi sobrino; que viaje tan llena!

Friday, April 16, 2010

diario de Tijuana.


Viernes, 16 de abril de 2010
            Llegé en Tijuana al mediodía para encontrar Óscar Ortega, otro artista tijuanense. Él tiene 50 años y habla sin parar. Tiene pelo negro con una mancha de gris al frente. Es muy alerto y casi nunca para hablar.
            Tiene muchas obras del arte pública. Su primera escultura que hizo conocida está por Las Playas, el parte más oeste de Tijuana. Esa escultura es el inicio de una série de esculturas por la frontera. Todos son demonstrativas de las características del lugar donde está. Por ejemplo, la segunda escultura en la séries está en el centro de las carreterras que van al norte. Estas siempre están llenas de tráffico y su escultura representa el movimiento hasta al norte y al sur, tiene símbolos de los dos países.
 Fuimos a su taller, donde me mostró los planes para la escultura de Otay Mesa y pude ver el proceso de hacer el “mold” para las partes decorativas de la escultura. Su taller está en una casa pequeña en el centro de Tijuana. Detrás de su taller hay una de los casas más viejas de Tijuana. Está construida de adobe, en vez de cinder blocks que son el material más usado en Tijuana hoy.
Fuimos al sitio en Otay Mesa, que está tan cerca de la frontera que recibí llamadas en mi cellular. Ahora donde va a estar su escultura hay solamente un hueco grande y el inicio de su fundación de rebar. Ortega dice que no quiere hacer una declaración con su arte, quiere hacer los representaciones de un lugar y un tiempo.
Regresamos al centro por la carretera del aeropuerto, la carretera más al norte de Tijuana que corre por la pared. He visto un mural de tela, con imagines de la gente esperando cruzar, escalando la pared, corriendo.
Almuerzamos juntos y regresé a San Diego.

Thursday, April 15, 2010

Diario de Tijuana

Jueves, 15 de abril de 2010
Llegé a San Diego hoy y manejé directamente a la frontera. Estacioné mi carro en uno de los estacionamientes y caminé hasta Tijuana. De le puente que cruza la frontera, se puede ver las colinas de San Diego de un lado y Tijuana por otro lado. La colinas están cubiertas en chaparral, con muchas piedras y están verdes y amarillos ahora. No se puede ver nada al norte, excepto por esas colinas. Al sud, los edificios y las calles de la ciudad acaban (o comenzan, depende de su perspectiva) actualmente hasta la pared de la frontera.
Tijuana es una ciudad grande y está llena de energía. De la puente, se puede ver el arco que marca el inizio de Calle Revolución, que corre por el centro de la ciudad, el Río Tijuana, que era más grande pero ahora es solamente un riachuela, y “La Bola,” como se llama el Centro Cultural tijuanese.
Mi primo día en Tijuana, quería caminar por la ciudad para conocerla, pero no hubo bastante tiempo. Tuve una entrevista con Ingrid Hernández, una artista tijuanese. Nos encontramos en el restaurante Samborns. Ella tiene 35 años, pelo negro, liso y corto, y una manera afable. Sonrié fácilmente.
Hablabamos sobre su arte. Tomó las fotografias de las partes de Tijuana que son no incorporados, son ciudades hecho de mano y faltan electricidad y aqua y otros cosas de infraestructura. En estos lugares vive la gente que viene de otras partes del país y, algunas veces, de otros partes de Américalatina. La gente ahí son muy pobre y construye sus proprios casas. Usa la basura de las maquiladores para construirlas. A Hernández le encantan las casas por el textura y colores, las cosas que siempre atraen los fotógrafo, pero a ella le interesa la gente y como subrevive cada día, las tradiciones que trae y su modo de riciclimento.
Le pregunté, ¿qué son las cosas que definen Tijuana? Me contestó que la frontera, el sobreviver y ingenio.
Hablamos por algunas horas, hasta seis. Tuve otro cita con un escritor que vive en San Diego. Caminé hasta la frontera y la cruzé con una multitud de gente. Hay solderos en pie por el edificio de la frontera que me intimidaron. La migra¨¨ me pusó muchas preguntas sobre donde fui, con quien hablé, porque estuve en Tijuana, qué es el nombre de la artista, porqué escribir sobre el arte. Hablamos por casí diez minutos antes de que me dejó pasar.
Fui a otra entrevista, con un artista estadounidense, Nathan Gibbs. Antes, Gibbs vivía en Tijuana con su esposa pero ahora viven en San Diego. Su esposa crecio en un barrio del tipo de que Hernández hace la fotografias. Cuando Gibbs vivía en Tijuana, cruzaba la frontera cada día porque trabajaba en San Diego. Por esa razón, quería hablar con él para saver más sobre la vida de la frontera.
También él me habló de que la sobrevivencía carateriza Tijuana y como la gente tiene una ingenio para hacer las cosas quotidianas. Hablamos casi hasta medionoche y después me dormí.